Tamizar 200 g de harina con 300 g (2 1/ 2 tazas) de maicena, 1/ 2 cucharadita de bicarbonato de soda y 2 cucharaditas de polvo de hornear. En un bol batir 200 de manteca junto con 150 g de azúcar molida. Agregar 3 yemas, 1 cucharada de coñac, 1 cucharadita de esencia de vainilla y 1 de piel de limón rallada. Añadir poco a poco la harina con la maicena y, sin trabajar demasiado la masa, distribuir en la mesada enharinada. Estirarla de 1/ 2 cm de espesor, cortar las tapas con cortapasta de 4 cm, colocar en una placa enmantecada y llevar al horno durante 15 minutos. Dejar enfriar, pegar de dos en dos las tapas con dulce de leche repostero, pintar el borde con dulce y espolvorear con coco seco rallado.